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domingo, 29 de septiembre de 2013

Disfruta de tu café, disfruta de tu vida.

Vivimos en un momento que transcurre en constante cambio, un mundo en el que cada individuo se convierte en un decimal más o una cifra en centenares de los que ya estamos aquí, la competencia crece, las demandas aumentan, las exigencias son más duras y las ganas por sobresalir se hace cada vez más evidente, sea por necesidad, por decisión o incluso, por alimentar el ego.

Ahora vemos la vida como un camino por recorrer más que un destino al que se puede llegar, porque al final de cuentas, lo que tenemos seguro sin saber la hora exacta es el momento de nuestra inexistencia en este universo, conllevando con ello un conjunto de decisiones y metas, claras o no pero que nos definen como sujetos, único y auténticos. De allí parte el sentido de la libertad de vida, desde tus acreditaciones, la efectividad de tus actos más puros, la constante verificación de los detalles y hacerse consciente de que la falsedad y la copia no son más que disfraces y revestimientos de todo aquello fuera de tu propia realidad.

Foto: Carlos Lizardo 261studio.
Siempre encontrarás obstáculos en la vía, no estamos extintos del sufrimiento o las desilusiones, habrán personas que te recordaran tus mayores defectos, no se trata de ignorarlos, no se trata de repudiarlos, se trata de usarlos como puntos de arranque, tu integridad no solo está compuesta por tus virtudes, por muy difícil que sea desafiar tus desperfectos, son parte esencial de lo que eres.

Por lo tanto, creer en ti es el primer paso que debes tomar en cuenta en la larga lista del éxito en este complejo mundo, eres tu mejor acompañante, eres tu mejor soldado, eres tu mejor inversión, porque al final del día, es contigo mismo con el que te vas a la cama, te acompañas cuando más nadie está a tu lado, lejos del sentido de la soledad.  Entonces, es de tu mera elección el quedarse enganchado a los obstáculos o verlos –conscientemente- como retos a los cuales puedes cumplir. No importa de dónde vengas, no importa quien seas, desde lo particular a lo general, el punto de partida lo defines tú, el puente de llegada al éxito los construyes cuan largo y defectuoso quieres que sea porque al final, es tu decreto el que tiene mayor valor, dentro del punto de la absoluta realidad, tu realidad.

Porque ya sabes, una persona feliz no es aquella tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene, hablar con naturalidad te hace libre, disfrutar de la espontaneidad te regala seguridad, hacerte consciente de tus defectos te recarga energía para continuar, ser tu mejor acompañante deja a un lado todo sentido de dependencia emocional, evitar los excesos te suprime la vulnerabilidad que tenemos de caer en el consumismo y la adicción.

Foto: Carlos Lizardo 261studio.
La vida es como el buen café venezolano, con aromas y exquisiteces, con dulzuras y

amarguras, depende de ti su calidad, no de la taza en la que se tome.

Disfruta de tu café, disfruta tu vida.


Psic. Luis Sánchez
@psicofit


domingo, 22 de septiembre de 2013

Desapego emocional. "SOLTAR LOS SACOS". Reflexión de vida.

Primero que nada, hablemos del desapego,  el cual no tiene nada que ver con un enfriamiento afectivo o mostrarse evasivo ante todo lo que se refiera en emociones o sentimientos, todo esto se dirige al hecho de cómo ser independientes emocionales, es mostrarse ante el mundo sin la necesidad de adjudicarle responsabilidades de nuestro bienestar a otros ni mucho menos asumir que nuestra vida le pertenece a un ser fuera de nosotros mismos.

Defender nuestra independencia emocional es de carácter sano y lógico, en donde las posturas de “´me cuido porque me amo”, “me amo porque yo me pertenezco”, “soy el primer y único responsable y dueño de lo que pienso, hablo y callo pudiesen ser un ejemplo.

Parte de tu libertad emocional radica en el hecho de que se debe tomar en cuenta que la pareja es un acompañante de vida, no la vida misma.  Hacer partícipe a alguien de lo que decides vivir es un asunto que te llevara a la tranquilidad y paz siempre y cuando no se trate de un acaparamiento emocional. De igual forma lo vemos en los lazos familiares, ¿Cuánta carga asumimos tener cuando realmente somos nosotros mismos quienes nos colocamos en esa posición?

Es cuestión de evaluar o chequear las áreas de desarrollo de los sujetos que se encuentran inmersos en una situación que le cause malestar, pretender que eres el responsable total de todas las circunstancias externas de la vida lo más seguro es que te vayas directo al sufrimiento, experimentando impotencia y frustración de forma gratuita.

Como suelen decir las personas experimentadas en nuestro entorno: “Nadie aprende por cabeza ajena”, bien cierto es, aunque de nada sirve dejarse llevar por un pensamiento que te empuje hacia el sufrimiento cuando puedes evitar el golpe antes de entrar al ring de boxeo. 

Por lo tanto, arriesgarse a defender tu bienestar es un acto de humildad y sinceridad contigo mismo, venimos del amor pero nadie tiene el derecho de vivir del desamor y el sufrimiento.

Una de las herramientas más importantes que podemos desarrollar es el DAR, compartir tanto lo bueno como lo malo, nuestras vivencias y experiencias, nuestros deseos y desaciertos, nuestros amores y travesuras, mostrarte al mundo cuan vulnerable puede ser sin olvidar de tus fortalezas hace que tu paz interior y tu fuerza integral sean partícipes y protagonistas de esto que llamamos vida.

Hacer valer tus virtudes sin antes olvidar que tiene defectos que atender y ocupar pero más que todo es canalizar cuanta responsabilidad tienes de causar bienestar en otros cuando, al parecer, no se quieren a sí mismo.

No hablo de desentenderse de quienes nos rodean, hablo de tocar la puerta de la realidad y actuar en base a tus propios deseos, sin dañar a otros, sin pisotear a los demás, se trata de disfrutar de la vida siendo el papel principal de tu historia y no la victima que termina siendo un virus del que nadie quiere ni tolera.

Hacer un ensayo o prueba de una conducta distinta, al final de cuentas, posiblemente sea más fácil de lo que se piensa, en muchos casos nos olvidamos de nosotros mismos para ocuparse en los demás, quizás sea cuando más te necesites.

No se trata de irse lejos, ni escapar del entorno sino de lo que realmente es importante, de tener contacto contigo mismo, sin miedo ni prejuicios, de tus valores y deseos en función de ti y para ti. Realizar un pequeño cambio para hacer la gran diferencia, visualizar que otra forma de vivir y ver al mundo sin tener que dañar a otros para obtener lo que anhelas.

Y como dicen, "vivir cada día como si fuese el ultimo", un cliché del que cualquier está cansado de escuchar pero pocos practican, a todo esto lo llamaremos “SOLTAR LOS SACOS”, que no es más que atender tus asuntos, hacer que le desapego emocional sea un opción sana y lógica, libre toda atadura que al final de cuentas, te haga ser un preso de tu propia vida.

¿Cuánta responsabilidad tienes en causar bien a otros olvidándote de ti mismo?, Suelta el saco que tú mismo asumes cargar para no ocuparte en ti, preocupándose en otros.  Todo va a depender de tus decisiones y seguir a lo que realmente te haga feliz, sin vivir en un mundo de fantasía, con pros y contra pero de manera realista y concisa.

Suelta tus sacos y haz valer tu independencia.


Psic. Luis Sánchez
@psicofit
luisgsanchezm@gmail.com


sábado, 7 de septiembre de 2013

El papel de amante, una elección.


Nuestras normas nos indican que estamos hechos el uno para el otro, el hombre para la mujer o como me gusta canalizarlo o interpretarlo, estamos hechos “moralmente” para estar uno con otro, en nuestra cultura, en sagrado matrimonio o muy bien es cierto, en acuerdo mutuo llamado noviazgo o pareja, sea el género que sea.

Todo tiene un mal sabor y es cuando se hacen presente esas terceras personas que usualmente destruyen una relación y aunque no lo crean, también pueden avivar una relación de pareja, todo según sea el caso.

A estas terceras personas las llamamos AMANTES.


En las relaciones de pareja, cuando aparece un amante puedes presentarse dos posturas para la que se considera sea la “victima” o la persona engañada, siendo ésta perteneciente a toda consciencia ciega o inocencia sorpresiva. En relación al primer término, consciencia ciega, me refiero a persona que tiene el total conocimiento de que existe “esa” tercera persona pero simplemente prefiere no prestarle mayor atención, existen múltiples factores para justificar, sea positivo o negativamente ésta postura, y de otro modo, tenemos al termino inocencia sorpresiva, siendo aquella victima que le toma por sorpresa la traición, el descubrimiento es un golpe bajo para sus áreas de desarrollo, llámese autoestima o valía personal.

Un amante siempre va a avivar a quien este en la relación tercera pero de una u otra forma destroza a quien se engaña.

Para posicionarse como amante se deben tener muchos factores que fortalezcan tus habilidades y modos de ver la vida, se requiere de una personalidad extremadamente fuerte, con límites claros y sentimientos guardados en un cajón muy seguro puesto que el amante siempre seguirá siendo un plan b en toda relación de pareja.

El 93% de las relaciones de amantes terminan acabándose, muy pocas parejas pasan al plano de la estabilidad afectiva luego de haber iniciado como amantes.

Siempre y cuando estén claros quienes se involucran en una relación de amantes, nadie sale herido, aunque sea un pasatiempo ya que siempre se corre el riesgo y como bien saben, quien se enamora, pierde. Particularmente, jugar con fuego es divertido pero tiene sus riesgos.

Hacerse el ciego cuando tu pareja te es infiel es un acto de minusvalía y aprobación del mal hecho en sí.
No toda atracción física termina siendo una relación de amantes pero en el caso contrario, toda relación de amantes siempre inicia por una atracción física ya que en este modo es que suelen operar, no existen sentimientos de por medio.  Por cuestiones morales es que estamos condicionados a ser fieles, porque la sociedad así no los impone ya que es de nuestra entera naturaleza ser infiel, por curiosidad, por experimentación, por diversidad, por disfrute.

Grandes teóricos de la psicología plantean que el amor no tiene nada que ver con sexo y somos nosotros mismos quienes los enlazamos forzosamente. Quien se involucra en una relación de amantes es porque así lo quiere, no por casualidad del momento.  Tomando en cuenta lo moral, es obvio que toda relación de pareja con problemas de infidelidad se debe a deficiencias dentro de la relación en sí, sea comunicación, empatía, desacuerdos, insatisfacciones, entre otros.

El amante debe tener cuidado en no crear expectativas porque pueden que muchas de ellas no se cumplan, aunque lo bueno de ser amante es que se tiene la total libertad de hacer lo que se te venga en gana, sin sentir culpa, siendo más realistas.

Por último, el que se involucra en una relación de amantes tiene doble trabajo, complacer ambas personas, rendir para ambas personas, ser “especial” para ambas personas, es agotador pero ciertamente, una habilidad para algunos.

Lo ideal es ser la mejor amante de tu propia relación.

Es tu elección.

Psic. Luis Sánchez
@psicofit

luisgsanchezm@gmail.com

La mala educación de la vida 2.0, el Phubbing y la adición al móvil.


En la nueva era de la tecnología y la gran famosa vida 2.0, nosotros lo seres humanos, grandes consumidores de la madre naturaleza y en palabras más sutiles, consumidores en masa de lo que la vida nos ha dado desde lo natural, ahora tenemos a nuestro alcance, vivimos de ella y muchos nos identificamos enteramente con una nueva modalidad de interacción, nuestra hermosa tecnología y las redes sociales, específicamente.

Tomando en cuenta esta área de socialización altamente aceptada y adaptada a nuestro día a día, podemos adjudicarnos el término de Phubbing. ¿Qué es?, pues el phubbing es todo aquel desaire o desatención que tiene una persona que mantiene una conversación cara a cara o se encuentra dentro de una actividad social para darle toda su energía de atención e importancia al aparato móvil, en este caso, al Smartphone, sea para Facebook, twitter, instagram o las miles de aplicaciones de interacción virtual/social que existen hoy en día.

Este nuevo término ya era de esperarse, puesto que estamos invadidos en el mundo de lo virtual, lo cual está ocasionando todo lo contrario a lo que el Smartphone está diseñado como
principal propósito, “acercar a quienes lejos están” por un supuesto muy cerca de la verdad, “alejar a quien cerca está”. Se debe tener sumo cuidado en no caer en este modo de operación humana puesto que destruye relaciones o simplemente escasea todo tipo de interés que se pueda tener de carácter presencial.

Todo esto muy asociado el nomofóbico, adicto al teléfono. Quien revisa una y otra la lista de correos, redes sociales, mensajes de texto, todo  y cada datos móvil que exista en el teléfono. 

En líneas generales, el phubbing es el acto mal educado de interrumpir la relación unipersonal o grupal para concentrar su atención en el teléfono inteligente y el nomofóbico aquel adicto al teléfono en sí. 

Nota: espero que mientras ésto fue leído, no phubbearon. 

Psic. Luis Sánchez
@psicofit

Luisgsanchezm@gmail.com

domingo, 1 de septiembre de 2013

Decir que no es no ser un esclavo social.


Ser esclavo de una norma social es vivir atrapado en cubrir las necesidades o parámetros establecidos que al final de cuentas te consumen, sin dejar salir eso que tanto anhelamos y defendemos, nuestra libertad emocional.

Desde que llegamos al mundo, llegamos como lienzos en blancos, esperando que nuestro alrededor, sean padres, tíos, primos, hermanos o todo aquel personaje que se cruza en nuestro camino (llamémosles “criadores”) en búsqueda del  “debe ser” y el “tener que ser” en la sociedad en la que nos tocó vivir. Es decir, formadores principales de lo que será nuestro comportamiento, sea por modelamiento, siendo un ejemplo para nosotros, por ensayo y error, por instinto, pero todo y cada una de las normativas son las escritas o destinadas para nuestro coexistir.

Durante nuestra infancia son aquellos “criadores” quienes se encargan de inculcarnos una y otra vez como debemos siempre cumplir con las necesidades de los demás, dejando a un lado las propias, ¿Cuántas veces nos vimos obligados a compartir un juguete al que no queríamos?, ¿Cuántas veces nos obligaron a dar de nuestras golosinas porque “tenemos que compartir”, con este tipo de ordenes son las que hoy en día, posiblemente, nos hace tener que olvidarnos de lo que realmente queremos para cederles a otros.

Pero al pasar los años se nos presenta una terrible incógnita ¿es que cuando somos pequeños tenemos que compartirlo todo para ser buenas personas pero cuando llegamos a la edad adulta, el compartir todo lo que tenemos no hace ser unos incapaces en defender nuestros deseos cuando lo único que queremos es negarnos?

Pirámide de Maslow
Ahora que somos adultos es importante definir nuestra identidad para discriminar cuales son realmente nuestros gustos, matices de ver la vida, preferencias y deseos fuera de lo que la sociedad nos empuja a ser o sentir. Una famosa pirámide creada por Maslow, nos muestra cómo alcanzar nuestra superación personal es algo que se logra paso a paso, complementado tal reconocido ejemplo, partiendo de lo que realmente queremos para nosotros podremos encontrar el camino hacia nuestra libertad emocional.


Decir que NO, desde nuestros deseos, respetando las opiniones de los demás, se pueden tener acuerdos y tratos para con tu persona de carácter innegociable, como lo es tu valía personal, tu seguridad e integridad particular puesto que son ellos lo que perduran en tu vida y harán lo que eres realmente, lejos de lo que tu alrededor quiera de ti y para ti.

No somos una marioneta en esto que llamamos sociedad, ni mucho menos un artilugio al que pueden domar a su conveniencia.

Decir que no es un acto necesario en muchos casos, no se trata de hacerle daño a tu alrededor o ser un muro inaccesible al que no se le puede solicitar nada, esto quiere decir que puedes pasarle ciertos filtros mentales, como la razón y la emoción, para decidir si lo requerido está a tu alcance.


No dejes para otros lo que deseas para ti, así sea tiempo.

Psic. Luis Sánchez
@psicofit
luisgsanchezm@gmail.com